lunes, 24 de noviembre de 2008

Libertad


Ya iba siendo hora, de celebrar este momento, de disfrutar la piel que tan obligada se ve a estar pegada a mi.
Ya iba siendo hora, pues, de hacer eso que era necesario para marcar el cambio, recobrar la libertad.
Ya iba siendo hora... y por dios, ahora que lo observo me da la impresión de ser toda-poderosa. =)

viernes, 21 de noviembre de 2008

El encule

El ir comenzando a creer, a realmente creer, que mas allá de esto no hay nada.
El ir comenzando a pensar, a sinceramente pensar, que mas allá de ti no existe nadie.
El ir comenzando a sentir, a claramente sentir, que mas allá de nosotros no hay mas que buscar.
Amor, en medio de este cruel noviembre he visto tanto rostro inesperado, he descubierto tanta cosa irreal, he conocido tanto que no sabia. Amor, en este frío me has enseñado nuevas formas de ver el mundo, de ver la vida.
Jamas compartí tanto con alguien, jamas en la vida confié tanto en nadie.

Amor, el ir comenzando todo esto, que seis meses no son nada, que una vida entera no es ni la mitad de un revergo, todo esto me trajo acá, en este instante que buscas una respuesta, un nuevo misterio, ese pedacito que no he querido compartir.

El ir comenzando a vivir de esta manera me ha evitado compartir esto, pero dale con la pregunta.
Finalmente un post para alguien que lo vaya a leer. Amor, dejame sincerarme, dejame decir lo que siento -y lo que no- dejame decirte todo.

Amor, nunca te di ninguno de estos pedazos por una razón simple, por algo estúpido pero simple:
Siempre que comienzo a confiar, lo primero que comparto es esta parte de mi, y siempre que lo he hecho tu sabes a donde me ha llevado.
Ya no escondo nada, ya no guardo nada. Este era el ultimo pedacito de los pedazos que no te había dado. Este y lo que guardo, ya sabrás de que hablo.


Tenelo, es tuyo, todo, toda...
Tenelo, no quiero esconderte nada, no quiero. Aunque sea humillante para mi que veas mi decadencia, que veas mi redundancia, que veas el lado de mi que me hace sentir toda-poderosa.
Amor, lo que queda, lo que falta, sabes donde están las llaves, ya dejate llevar sin miedo.
Existe la posibilidad de una o dos cosas desagradables, quizás inesperadas, pero amor mio, sabes donde está todo, solo falta que querrás conocerlo para que lo hagas.
Prometo, desde este momento, dejarte llegar a cada rincón de mi universo, que lo que mi cabeza guarde ya no sea solo mio.

Por que cariño mio, schatzi, hace una hora te conté algo que nunca había dicho en voz alta, y ese era mi ultimo temor. Dale, libertad completa, busca y encuentra. =)
Te amo!

Mundana, digo, Humana

Son estos días, los increíbles, los maravillosos, los que nos han traído a esto.
Y sos vos, quien de ojos tranquilos y palabras sencillas ha ido llevándome de la mano por cada uno de estos laberintos.

Pero vivimos acá
, y la suciedad* en este sitio nos dicta reglas mundanas,** nos regimos por lo que ellos han venido diciendo. Y vos, siendo como sos, no entens otra cosa.

Es cierto que hay días, no estos maravillosos e increíbles, sino días comunes, en los que me detengo por minutos enteros a lamentar que hayas sido vos quien se ha quedado a mi lado. Pero hay otros, los importantes, estos; en los que no me queda mas opción que ver tanto video y sonreír inconsciente de ver en mi lo que era observable cuando
él aún estaba.
Ir
é comenzando con la sinceridad, al decir que existen noches en las que todavía lo pienso -pero dejame terminar- esas son las noches en las que veo en mi lo que hubo, lo que vos has vuelto a traer, lo que creí extinto. ¿Me entendés ahora, cuando te digo que nunca sentí lo que por vos? Sos nuevo, un extraño, sos quien para llevarme a esa suciedad llena de seres mundanos y que yo siga siendo yo, sin siquiera atreverme a dudarlo.
¿Me entend
és ahora, que te digo que toda esa rima ridícula que escupo, existe solo por que te amo...? Y que si no creo en la poesía, es por que no logro llegar tan bajo.


*suciedad, ejem, ejem, digo... sociedad.
**véase en el titulo.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

Vigésimo-Quinta Situación Comerciable


Te has venido maldiciendo desde temprano, todo el camino de tu casa hasta donde lo encontraste ibas maldiciendo, a gritos. Vociferabas en contra del mundo, en contra de todos y cada tres palabras se te escapaba su nombre.
Te has venido caminando en esos pasitos pequeños que das cuando estás enojada, esos pasitos que son tantos y tan rápidos que pareciera que barren tu camino. Y entre pasitos y gritos te lo has encontrado, en la esquina donde se encontraban cuando todavía se querían.
Él no tuvo tiempo de esconderlo, ella se sonrojó culpable, como si supiera lo que esa esquina fue para ustedes. Abrazados te vieron cerrar la boca despacio, detener tus pasitos en seco y olvidar la momentánea rabia que traías enredada en la lengua. Abrazados observaron la irónica situación en la que se hallaba.
Y vos que tanto habías evitado que el te viera con otros en los sitios donde se juntaban, que tanto habías esquivado cualquier contacto con tus otros.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Los diez + ocho

-al año tuve nombre y apellido que harían de mi quien soy
-a los 2 rehusé no hacer lo que se me venía en gana
-a los 3 definí mi autonomía.
-a los 4 conocí el futuro que me dibujaban
-a los 5 definí mi libertad.
-a los 6 conocí la condena y con ella la soledad
-a los 7 vi a mis padres pelear.
-a los 8 mis dedos encontraron pluma y papel y nunca volvieron a soltarlos
-a los 9 empezaron a planear separarse
-a los 10 lo lograron
-a los 11 perdí la primera amistad
-a los 12 decidí alejarme
-a los 13 encontré cómo, luego perdí la esperanza y prometí la edad prohibida
-a los 14 rehice todos mis sueños, justifiqué todas mis metas
-a los 15 comí y viví sin ganas
-a los 16 todo fue irreal, concluí etapas y olvidé el amor
-a los 17 acepté la realidad, luché contra ella y disfruté al máximo cada segundo

Tengo un día de haber llegado a la edad prohibida y ya he olvidado todo aquello, he reencontrado el amor y la esperanza. La libertad la aprieto entre los dedos y puedo sonreír sin remordimientos. Mi vida (como dije a los 13, 14 y 16) ha empezado... =D y estoy de un humor ridículo, pero es necesario compartir.

El mejor amigo


Ella siempre ha disfrutado utilizar el titulo, siempre ha querido definir las cosas.
En la profundidad de sus momentos siempre ha sido fascinada por aclarar las cosas de maneras tan superficiales.
Ella lo ha visto, como suele pasar, un sábado por la tarde en ese centro comercial que tanto le aborrece. Ella lo ha visto y desde lejos maldice, por la hora o el lugar, conociendo cada cosa que pasa antes de verse, cada instante omitido por ese segundo.

Y como siempre al caer la noche y se encuentra a su lado, empieza a recordar cada sonrisa, abrazándolo entre el ruido, contándole a los que les rodeen lo mucho que importa...

Él observa casi con asco cada travesura que ella hace, confiando en su complicidad.
Conoce cada secreto, cada amor, cada trago y sobre todo, conoce cada característica que la convierte en ella.

Él sueña con misterios, con vidas, con la divina Italia; y mientras sueña, ella escribe un par de lineas para agradecerle por la infinita amistad, después de todo, por algo es su mejor amigo...

Gracias karamelo de mi vida, por todo, por tanto, gracias.

jueves, 13 de noviembre de 2008

TWLOHA


Por que de verdad vale la pena...

Es una de muchas cosas que nos dan esperanza, hoy es el día de escribirlo en nuestros propios brazos para apoyar!!

Visiten la pagina, investiguen, disfruten... Hay mas de un movimiento que vale la pena en este mundo. =)

miércoles, 12 de noviembre de 2008

No me atrevo a llamarle

Despertose sintiendo el fuego en la boca, la incansable necesidad de conseguir algo. Caminó poco antes de descubrir qué necesitaba.

Fueron los primeros tres pasos de esa mañana los que me llevaron a llamarlo. Después de una mala noche había despertado necesitando oír su olvidada voz.

No es extraño que al perder un amigo supiera que éste lo llamaba desde su soledad, él llamaba a algunos de esa manera por su parte, cuando lo necesitaba.
Esta vez lo buscaban y debía cumplir, pero sería tarde al levantarse.

Eran pasadas las seis de la mañana, yo tenía clases a las y media esa mañana. Decidí llamarle luego, mientras corría a la parada, rogando lograr llegar a tiempo.

Olvidando ambos, teléfono y alma, logró entrar al aula segundos antes de que la llave girara en esta. Pasando la peor mañana de su historia, logró olvidar el fuego que llevaba en la garganta, deslizándolo al estómago con suficientes ideas vacías como para llenar una vida.

Lo vi pasar a eso de las diez frente al aula, sabía que algo le pasaba y pensé en cómo me desperté esa mañana. Pensé que aun estaría ahí al salir, confiado en la rutina que guiaba nuestras vidas.

Ella llegó sin avisar, lo esperaba en la banca donde no sería vista hasta que ella lo quisiera así. Observaba el aula impaciente, alternando las pupilas del cristal golpeado en su muñeca a los vidrios de la ventana, rogando que las agujas aumentaran su velocidad por ellos.

No la vi al salir, estaba pensando en él y en buscarlo cuando salí. Algo me pasaba, algo le pasaba, algo había que hacer. Él me esperaba en la puerta, después de verla supo que tenía que hablar conmigo. Lo abracé al verlo, rogando por que fuera sincero.

No la vio al salir, esperaba encontrar otro destino. Fueron horas entre un segundo y otro cuando ella se acercaba. Ya todos los que la reconocerían la habían visto menos él. Parecía rehusarse a darse por enterado, él no querría hablar con ella después de todo, no en ese momento.

Me preguntó por ella, como sabiendo que ella estaba allí, anoche confesó haberlo sabido. Ella se acercó sigilosa, sin dejarse ver, hacia nosotros y me saludó distante, a metros de mi.

El amigo se distanció al verla acercándose, él aun no la sentía, abrumado con ideas de otros mundos. Ella no se atrevió a dar un paso mas de la cuenta, haber llegado tan cerca y que no quisiera verla.

No alcancé a cruzar palabra con ella, apenas la escuché sonaron los frenos del carro verde. Lo recuerdo perfectamente: un honda de placas p-628 846. Los balazos fueron instantáneos, casi inaudibles y tan repentinos. Tres suaves golpes que sentí eran míos.

Cayó al suelo sin previo aviso, creyendo aún que él no quería escucharla, ni verla ni saberla viva. Apenas sintió la tibieza escapando de su pecho se hundió en la tristeza, dejándose llevar por las sombras que empezaban a rodearla.
El amigo cayó herido en una pierna, maldiciendo al carro que huía dejando humo y manchas de llantas en el pavimento.

Lo vi caer, pensé que había recibido los tres balazos él solo. Cuando escuché sus gritos supe que estaría bien, girando hacia donde ella me había saludado, esperando no estuviera demasiado asustada.
Estaba en el suelo, sangrando y despidiendose de la vida cuando me senté junto a ella. Le sostuve la cabeza, acariciando su largo cabello rubio y rogándole se quedara conmigo; repitiéndole que la amaba.

La multitud se acumuló al rededor de los tres, interrogando a cualquier espectador que pareciera conocer alguna razón del suceso. El aire los sofocaba, el aire ya no era aire. Él maldijo haber llegado a tiempo, llorando por poderla haber visto antes. Pero era demasiado tarde, nada iba a cambiar.

Cuando ella despertó me creí volver a la vida, la sentía tan cerca. Él no supo donde quedó ese tercer golpe frío, ni yo. Anoche me hablaba de la hermosura de su piel, de la luna en sus largos cabellos rubios, de la paz en su corazón. Anoche me hablaba de todo lo que fue mio.
Ella me despierta llorando todavía, me llama en la noche y me recuerda que la dejé ir, que nunca le dije lo que quería.
Y la tarea que iba a entregar ese día, la han enmarcado en una de las paredes de la universidad. Un papel con motivos verdes bañado en sangre lleva una placa con mi nombre y la fecha de esa mañana.

martes, 11 de noviembre de 2008

Poema 18

Aquí te amo.
En los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece la luna sobre las aguas errantes.
Andan días iguales persiguiéndose.


Se desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A veces una vela. Altas, altas estrellas.


O la cruz negra de un barco.
Solo.
A veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena, resuena el mar lejano.
Este es un puerto.
Aquí te amo.


Aquí te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.


Ya me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo lo que no tengo. Estás tú tan distante.


Mi hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero la noche llega y comienza a cantarme.
La luna hace girar su rodaje de sueño.


Me miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y como yo te amo, los pinos en el viento,
quieren cantar tu nombre con sus hojas de alambre.


Pablo Neruda

sábado, 8 de noviembre de 2008

No puedo creer que usé un molde!

Para dejar mis huellas, para marcar iguales las que borraría.
Una imagen pequeña, una imagen grande...
Pero todavía no logro que se borre esta.
Tenés una maña de hacer eso, ¿verdad?

=D un poco de humor para los días grises...

viernes, 7 de noviembre de 2008

Viernes

Otra vez es 7, esta vez el temido...

Y estoy deprimida, aburrida y preocupada.
...y para colmo no se que hacer, si seguir el instinto o la corazonada!

Hoy te vi

Te vi por lo menos 8 veces diferentes, con una camisa polo y una de botones, con tu suéter negro y con uno verde, con jeans y con shorts...
Te vi con pelo corto, con pelo largo, con pelo super largo, y con por lo menos 5 tipos diferentes de lentes. Te vi sonriendo y discutiendo. Te vi de la mano de una niña, y saliendo del cine...

Hoy te vi por lo menos 8 veces, pero ninguna de esas fuiste vos...

Hablame porfa, contesta mi correo tan siquiera!

jueves, 6 de noviembre de 2008

18.


El silencio lo era todo, en ese momento el sabor era todo, las palabras... lo que se te ocurriera, era todo...

No la dejaste avanzar lo suficiente, quizás por miedo a esos ojos grises que siempre te gritaban desde la nieve.
Tenías días de no sentir el frío tan cerca, tenías meses de no dejar huellas blancas, tenías años de no caminar descalza sobre algo congelado...

Y usar los puntos suspensivos, ponerte los lentes, echarle miel. Todo. Lo era todo.
No tenías que regresar, te dije que regresaras... Y viniste pero no duraste, escapaste a Nicaragua. Como todos, a Nicaragua, por que claro, lo era todo.

Aquí voy a estar, sin prisas ni temores, hasta que volvás. Aquí sentada y quieta, aunque te tardés mas de la semana que prometiste, aunque te tardés lo suficiente para querer levantarme, moverme, huir. Aquí voy a estar amiga, esperando que volvás.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Te tenía una pregunta

Me encuentro en esta noche oscura, extrañando tus silencios, rogando por que llames... De nuevo me encuentro contra el reflejo, que putea en lengua extraña, me dice nombres que no entiendo, me llama por todos mis apellidos.
Y grito entre mis pasos, que pare todo esto un momento... y verte de nuevo.

Me han llamado cuanto insulto se te ocurra, pero nadie antes de ti me llamó puta de forma que doliera, ninguno antes de tus ojos bajó la mirada para enterrarme el alma. Llegaste y te fuiste, no dejaste ni un teléfono, una foto o una carta para añorarte. Todos los olores ahora son tuyos, todos los abrazos y los besos, aunque no sean mios. Cada acera de esta maldita ciudad se ha convertido en un paseo de tarde que recorrí contigo, cada parque es ahora una noche de media luna en la que platicamos de nada.

Me rodea la idea de detener todo este misterio un minuto -sólo uno- y nombrarte tantas veces como me quepan en la garganta, retorcerme soñando contigo, gritarte desde tres calles de distancia... Me rodea la idea, pero no puedo darme ese lujo de escribirte tres párrafos para decirlo.
Sabés mejor que nadie lo que se vuelve todo esto, y vos vivís en otro sitio, cada día es un país nuevo para ti y yo, yo soy el olvido, el exilio o la patria...?

Vigésimo Tercera Situación Comerciable

Siempre era una cuestión diferente, una nueva forma de ver esas coloridas formas que se iban delineando frente a sus ojos, una nueva forma de guiñar el ojo izquierdo al verlo. Siempre era una cuestión diferente, pero se basaba en la misma farsa, todos los martes, cuando el reloj marcaba poco mas allá de la una, Raquel pensaba en un par de ojos verdes que la miraban desde alguna otra esquina en la habitación.

Era eso de seguir con la rutina, dejarse llevar por las pausas entre las agujas, dejarse comer por los espacios entre los números. Pero siempre era una cuestión diferente, cambiaba la música o la conversación, cambiaba la luz o se veía todo diferente... Una nueva forma.

Sabiendo las agujas cercanas a las dos de la tarde, mientras pensaba en los ojos de cada vez, los que cambiaban de expresión así como el tiempo de hora, repitiendo una y otra las mismas cada vez. Sabiendo las agujas así, notó que finalmente era noviembre; era época de algo, era tiempo de hacer algo, de dejarse llevar.... Era el momento, pero Raquel, sentada entre el frío de una biblioteca decidió no dejarse llevar, no esta vez, y finalmente cerrar el libro y empezar la dichosa monografía.

Fue entonces que se dio cuenta: él no estaba.
Como buen martes, el cielo pintaba tonos morados entre las nubes y los ruidos eran ajenos a su tiempo. La sonrisa estaba mal dibujada, un poco corrida, y los ojos, palideciendo, se habían dejado llevar por el mal tiempo.