sábado, 11 de abril de 2009

Gestionar las cosas

Saber que ahí estas, ahí a la par mía. Verte esos ojos que se te pintan de colorado por lo menos una vez cada vez que te visito. Verte esos ojos y no decirte lo que siento...
Me confunde sabés, todo eso que hacés y decís y sentís, todo me confunde.
A ratos siento que tengo que andar de puntillas a tu al rededor, tener cuidado con cada mirada y cada suspiro. Sé que siempre he de callar lo que siento, pero hasta ahora, jamás me sentí mal por haberme ido... Siempre supe que te dolía que me hubiese ido, pero nunca pensé que creyeras que ya no te quiero. Aunque si traté de dejar de quererte.
Entendé que ya pasó tu época, que ya no estoy acá por que ya no pertenezco, no hay más que pueda encontrar aquí a parte de recuerdos... Es tu casa la que se volvió vieja, no vos.
Lo lamento, supongo que lamento tener que partir cada vez, pero también entendé que con esa tu actitud no se soporta mucho el quedarse... la actitud que se te pega de abuela-olvidada... Ni siquiera tenés nietos.

Perdoname, no quería ser dura pero tuve que explicarte. Ya llevabas mucho tiempo con tu frase agregada. "Cuando volvás..." Basta de ilusiones madre mía, basta ya de engañarte. Sabrás que te quiero, pero no soporto estar tanto tiempo a tu lado... De nuevo, perdoname, es lo menos que debés....