viernes, 31 de octubre de 2008

Conversación con un ser de otro mundo

...ella nos enseñó esto: cuando usted tenga 70 años ¿con quien piensa hablar? ¿con quien cree que va a tener que hablar todos los días ?

―...pues por eso, me voy a morir vieja, sola y podrida...

NO!!!!!! conozca bien a los muchachos, si se alejan pues ... pendejos! si no, pues conózcalo más hasta que este segura que ama hasta su último defecto...!

―podrida y sola...

JAMÁS !!

―Mejor comienzo a practicar pasar tiempo sola (sonrío en ironía)

Sabe que, cuando yo esté allá le voy a dar mi apoyo...

― Si a los 70 solo yo voy a estar (vuelvo a sonreír)

...para que no esté sola; y pueda conocer a los muchachos sin apresurarse.

―...ja! Mi vida es una pesadilla.

Y si eso pasa, (él también sonríe) yo también voy a estar solo a los 70 (ríe) Bueno, la mía también. Podemos contarnos nuestras pesadillas, a mi me encanta escuchar. Yo la quiero mucho, y se que muchos muchachos con cerebro en realidad la pueden valorar. Es solo que en E.S. están bastante escasos.(vuelve a reír, yo río con él)

―Ay, tan bello...

Ya verá que encuentra un muchacho que la valore, o sino se lo traigo de Milán

―...una persona que me valore, pero por dios ¡que sea inteligente!

Si, a usted le pasa lo mismo q a mi, somos exigentes con nuestras relaciones...

―No, el problema es que somos demasiado inteligentes (río estrepitosamente) no es exigencia, el problema es que no estamos vacíos...

...siento que el mundo nos debe más!

―...así que buscamos a alguien que tampoco lo esté

¡Si! ¡cierto! ...pero es tan feo; por que es como si tuviéramos un sentido que nadie mas tiene...

―Supongo, ajá...

Yo digo, yo creo en el amor. Pero no para mi, no sé, es que es como si fuera otra especie...! (ríe cansado) como perros y gatos ...

―Me pasa seguido: que me siento así.

Los perros se relacionan entre si... y yo me siento el único gato entre perros.

―...y aquel hablaba mi idioma, pero era demasiado cruel conmigo y me dejó de hablar: ese el problema, si son de mi especie se van, y si no, pues no.

...verdad?

―Ese es otro problema.

Nuestra especie es demasiado poderosa para estar con otro igual (ríe burlándose de sus propias palabras). Pero los demás son demasiado tontos como para valorar el poder de uno.

―Estamos todos condenados: la solución es ser de los otros, para querer a uno de los otros y ser feliz y vacío. (Río, tragándome lo dicho) No sé si me explico.

lunes, 27 de octubre de 2008

Mañana Martes

Estos tiempos renovados, que cómo todos los años me traen tu nombre a los labios, se han dejado revolver entre mi pelo, se han dejado mezclar en mi sangre.
Son estos tiempo renovados, los bellos días de octubre, en los que siempre he vuelto a ser yo, desde los principios de mi historia. Mañana he prometido llamarte, por fin esperar hasta que contestes, insistir hasta escucharte...
Mañana prometo no intentar recuperarte.

El saber que estás, que en algún lado tras ese nuevo rostro y tu cabello largo, que aún estás, me ha bombeado el oxígeno a cada célula en estos días...
El saberte allí, tras una coraza colorida, me ha devuelto mi realidad. Y apoyándome en esa sola idea pienso llegar un día y darte el ultimo beso, perder el egoísmo y disfrutar la felicidad que ella te da. Y hasta entonces, será tu coraza lo que me mantenga viva...

sábado, 25 de octubre de 2008

Un Recurso

Esto se ha ido tornando en un desagüe, un basurero lleno de pequeños papelitos amarillos arrugados.

Y vos pedazo de persona, venís para decirme nada, igual que todos... Almendras él tiene la realidad en los labios, no niega las verdades, como vos, ni se calla las críticas, como el resto...
Y vos pensando que saldrías de aquí triunfante, segura de conseguir todo lo que deseaste. Te traigo noticias, no me molesta que sean malas: aquí solo una persona cumple lo que sueña y mientras yo así lo quiera, seré yo la primera en robarte de la vida la sonrisa...

Simplemente me desagrada quien sos, o quien decidiste ser conmigo y hoy, criatura de dos patas y media, hoy morís sin darte cuenta!

jueves, 23 de octubre de 2008

Alicia

Pensando en Lady Blue nos encontramos (pelusa y yo) con el suspiro que olvidé al escucharlo. Jamás se esperan este tipo de cosas, menos al revisar archivos viejos mientras las ansias de la espera carcomen los días que faltan para el fin de mes. Pero me dijo que mañana mejor y que si no era mucha molestia... (nadie habla así)
Y como me lo dijo yo me resigné, las cosas impuestas no valen... (vea waffle? como si te importara el sitio en lo mas mínimo) Las cosas impuestas no valen, pero peor que eso, escribir en primera persona junto a la pelusa para explicar que después de casi cerrar completamente (si, casi lo hago) necesitaba un cambio... Y dada la triste pérdida de lectores (comerciantes) es tiempo de volver el sitio un poco mas ameno y desinteresarse del comercio como meta principal.
Así lo vuelvo mas reader-friendly, con colores vivos y cosas ridículas que brillan...
Ya iré agregando algo... (no, esto no es por tu recomendación, estoy consiente que pierde la esencia) Y alternaremos con pelusa posts para comerciar situaciones y posts en los que vamos a escribir en primera persona para suavizar el tono... =)

Quejas y lamentos entre los comentarios, debo agregar que pelusa y yo estamos conscientes de lo asqueroso que es este post.

(bunbury)

Alicia sortilegio de babia
en el fondo del espejo
Alicia ni supone ni piensa
con la luna por cerebro

Alicia en su pensamiento
tirando del hilo de su enredo
Alicia en el laberinto
sin
minotauro me llama: ¡teseo!

Alicia es siempre tan breve
que ya ha terminado
Alicia dice que te quiere
cuando ya te ha abandonado

Un Cambio

No era el hecho que practicamente le hubieran forzado esa sonrisa, ni era la incomodidad que estar cerca de él le producía.
No era nada de eso, simplemente necesitaba algo.

Terminó comprándose el verde fosforecente, por ser inusual e inesperado. Era su algo necesario. Y cada vez que lo mordía olvidaba la fecha, el lugar y todo lo que eso pudiera conllevar.

Pasada la hora de la cena, al leer el frío mensaje de "llamame mañana" se dio cuenta que la felicidad era impuesta.
Sí, le dijo que pasara buenas noches, que se cuidara... (que buena rutina) y ella creyendo en la sinceridad se alegró del "al contrario, quería hablar con vos..."

Ingenua, inútil e infantil... como siempre.

Repentinamente se levantó de la mesa, casi dejando caer el vaso con dos tragos de agua. Quería algo azul y nuevo, algo para recuperar las esperanzas...

lunes, 20 de octubre de 2008

Vigésima Situación Comerciable



Cuando finalmente amanece octubre, después de haber dormido los primeros veinte días, los pasos cambian de color, los ojos cambian de puntos y el viento trae otros nombres.
Hoy hace un año pasaban tantas cosas... Ella se quedaba parada viendo el vacío, sin moverse ni para respirar; él se alejaba olvidando despedirse, habiendo entregado el anillo y el alma. Y yo, agachada en el suelo, temblaba de verlo acabar.

Hace un año vos prometías el mundo, la vida, la paz... Y ella desesperada, abandonada te creía cada promesa, esperando que la felicidad tuviera la fuerza.

Hoy por fin ha vuelto a amanecer, deja las estrellas escondidas, mientras hace un año ya es finalmente pasado.
Se dijo mucho, pero es hasta hoy que finalmente debe seguir adelante. Un año después ya es momento, ya es justo...

Y sonríe, cuando él la muerde y le arranca la blusa. Sonríe y se olvida de un año entero de su vida, de dos, de tres... se va olvidando de todo lo anterior a ese momento, en el que siente las uñas en la espalda y olvida quien fue, olvida por qué.
Sonríe... y todo se convierte en una mancha colorida de octubre, dónde conoce el sabor de la vida.
Ella finalmente se decide a levantarse, sólo por que hoy ha amanecido octubre.

domingo, 19 de octubre de 2008

Segunda situación comerciable a las teclas de pelusa

A veces, cuando nadie la ve, parece normal y sonríe.
Pero no la mayoría de las veces; y mucho menos cuando alguien si la ve.

No puede aparentar mas, algo en ella es diferente.
No es especial, ni buena, ni mejor. No es intrigante o misteriosa, ni fantástica...
Ella no es, ése es el problema.

Y peor aún, ella quiere ser.
Y ni tú, ni él, ni nosotros hacemos nada. Quizás por que no lo merece, quizás por que no sabemos...

Leí en unos subtitulos de alguna pelicula que todos necesitamos ayuda.
Es cierto, pero si no tenés a quien pedirle o cómo. Si no sabés pedirla...
¿qué hacés?
-Ponés un post firmando como una gata.

sábado, 18 de octubre de 2008

¿Te casarías conmigo?

-¿bajo qué circunstancias?

La lluvia ha escondido las estrellas, los vidrios se han dejado empañar con el calor de nuestros alientos y tú me miras mientras sostienes mi mano.
Escucho de tu voz esas palabras que he oído tantas veces, a tantas voces, con tantos diferentes sabores.
No es que no te ame, por que si lo hago, pero cariño tú sabes...

Al sentirte tan cerca descubrí algo sobre mi, descubrí misterios desconocidos para ese pedacito consiente en mi cabeza: tú no me atraes.
Aquel a quien llaman prepotente no podía verlo sin caerme al suelo soñando sus caricias. Cuantas veces no dormí hasta entrada la madrugada retorciendome en la cama pensándolo.
Aquel de la escala de arrogancia no trae mas que el físico, sus locuras desenfrenadas durante las noches de los diciembres pasados.
Y aquel que usaba lentes, a la luz de estrellas me entregaba el alma en su timidez. Él chocaba sus dientes contra los mios para volver locas a mis manos. Nunca sabré si era su torpeza o sus manos (o él en escencia verdadera) lo que me convertía en mujer desesperada.

Pero tú amor, tú eres otro, de otros tiempos y otras vidas. Y sí, contigo no dejo de ser humana, contigo soy quien siempre he sido.
Estoy envejeciendo siendo aún menor de edad, o es un amor diferente.

-No, no me casaría contigo. Quizás por eso que te digo, quizás por que no me quiero casar nunca.

Y tener hijos...

La vida se me escapa de las manos, convirtiéndose en el temido sueño que viví, en un espectáculo visto desde una vitrina. Un reality show que miro mientras espero. Y tú, mi cielo, me recuerdas cuando era una romántica sin causa y sonreía al pensar en creer.
Ingenua, me digo cada vez que pienso en lo que será de nosotros, pero cariño, yo sé que dije que sí... Y esa será luego mi condena, el darme cuenta que nunca pude romperte el corazón viéndote a los ojos (sino que espero a que me des la espalda).

viernes, 17 de octubre de 2008

Los Demonios

Los demonios no se van, no se vomitan, no se asustan, no se callan. Por algo son demonios.
Y voy conociéndolos cada vez mejor, acostumbrándome, necesitándolos.

El primero, el más cruel, llega todos los días a eso de las cuatro, cuatro y media de la tarde... Cuando voy camino a casa. Se sienta a mi lado en el carro en cuanto aparece; y me observa, me mira fijamente sin decir palabra. Siempre logra mantener su orgullo y hacerme hablar primero. SIEMPRE.
Luego platicamos, yo peleo, grito y pataleo con grandes monólogos, le cuento mis días y mis otros demonios. Si pregunto algo, él responde con monosílabos, esperando que no lo mire. Es un demonio tranquilo a la luz de día.
En la casa no siempre me sigue de cuarto en cuarto, a veces se queda atascado frente a la televisión o en el cuarto con las comodidades. No pide mucho, solo nunca tener que hablar primero.
Pero según la noche avanza y la espalda se me curva más y más, se me va acercando hasta que siento su aspera respiración en el cuello. Entonces entra en su calidad de demonio y comienza a susurrarme en el oído todo lo que perdí, lo que podría tener. Lo que puede estar haciendo o diciendo... que pasó con todo. Me recuerda lo que dejé de lado por poca cosa y que probablemente mientras lo pienso, él está con ella. Dura, agriándome el oído, hasta las dos, dos y media de la mañana, hora en la cual finalmente me toca con las manos que herven y me quema un pedacito, llevándome al límite. Hay noches que no tengo fuerza y caigo en el suelo temblando y sollozando hasta que se va. Hay noches que no siento sus manos y simplemente se va, dejándome sola hasta la tarde siguiente. Esas son las noches en las que sonrío.

El segundo demonio, el que no tiene horario, me visita en momentos clave, ya sea durante un examen o frente a una pantalla. Es errático y agresivo, siempre aparece de frente y gritando mientras se me acerca. Es alto y lleva sombras grises en las pupilas. Le gusta recordarme a gritos las discusiones que ya no tengo, o cómo voy dejando mi pasado siempre en el olvido. No le gusta ver otros demonios y al primer indicio de otro, se esconde bajo libros y papeles.
Éste demonio nunca se va, ronda por la casa, entre las agujas de los relojes y los textos olvidados.
En sus lentes suele reflejarme la imagen que yo llevaba antes, la sonrisa y los sueños que he guardado. A éste ya no le temo, éste no me toca y no es ni frío ni caliente... pero de cuando en cuando sus palabras calan en la nostalgia arrugándome la piel.

El tercero, el peor de todos, me busca todas las mañanas, antes de despertar. Se acuesta a mi lado y me pasa los dedos fríos por la piel, acaricia mi cabello llenándolo de escarcha; y me besa los ojos, congelándome la mirada. Al despertar es lo primero que veo y solo escapo cuando no duermo.
Éste demonio no me habla por la mañana, pero me muestra ideas que tuve y jamás logré. Suele tener la figura del sueño que se me escapa de las pupilas, o del que quisiera se escapara. Incontables veces se ha enfrentado al demonio de la tarde, gritándose a voces que el uno no pertenece y que el otro tampoco.
Trae humores consigo, irrelevantes y frescos, los alterna según amanezca el día. Cuando me visita a media mañana suele escribirme en los brazos palabras del pasado. Busca en mi verbos que escondo y secretos para tatuarme en la frente sin que lo sienta. Me congela el alma o la boca cada vez que la felicidad me toca. Éste se escurre todos los mediodías entre la comida, cuando me siento y veo la vida. Entre las mordidas me besa, dejándome su amargo sabor de gastado, junto con el vacío en el aire, ese olor sofocante de los inviernos anteriores.

Y los que quedan, los que llevan mi rostro, esos no son demonios...
Y si, les grito y los maldigo, y a mi me devuelven las maldiciones. Pero no son demonios, aunque nacen y mueren en mi, yo les doy sus recursos y les permito convertirme en masoquista a diario, susurrándoles entre dientes mientras duermo, contándoles sobre los demás demonios.

lunes, 6 de octubre de 2008

Hasta Aquí

Por ahora y para sacar a los demonios que se comen desde adentro quien he sido...

Aunque tenga que vomitarlos!

domingo, 5 de octubre de 2008

Décimo-octava Situación Comerciable

Sonríe, cuando ella lo abraza y lo besa, él sonríe.
Vos temblás, él la besa y vos temblás.
Y te veo desde el vidrio, cómo allá abajo te escondés tras la columna, sabés que te han visto y que los viste. Sabés demasiado y por eso te escondés, creyendo que si nadie te ve temblar, que si no ve que viste el beso, que no sucede...

Y no tardaba el idiota a retarte y preguntarte "¿Quien sos?, ¿qué te hace feliz?, ¿por qué hacés esto?". No tardaba, pero vos con tu vacío no supiste responder.
Te vi desde el vidrio, los seguías, querías una casualidad del alma. Te vi, los viste desde dónde él quería ser visto. Ella supo quien eras, ella supo y vos sabías y él sabía; y nadie se movió.

Es lo que querías ver, ese beso, se abrazo, ese olvido...
¿Lo es?
Pero no te preocupés, también te vi responderle al idiota y mientras te lo digo, aquel que te conoce, entiende y ama, aquel a quien tanto has buscado, está sentado en la sala para que vayan a cenar en domingo...

miércoles, 1 de octubre de 2008

Verla


No faltaba más, esa frustración que siempre vuelve.

El calor se ha colado entre tu aire, el sudor en la espalda sofoca lo poco que podés moverte y la luz te va cegando de a poquitos en cada parpadeo. Escuchás la alarma: punzante y ruidosa. Todo da vueltas, la cabeza palpita entre los colores sepia del cuarto y vas recordando su rostro sonriente. No la volvés a ver, la banca va a estar vacía esta vez.

No piensa en mucho, la señorita. Pero piensa.
Sabés que te está viendo, sentís su mirada escudriñarte línea a línea. Sentís sus pies, paso a paso marcando los tuyos. Sabés que te observa, que sabe donde estás, que hacés, como ves tu mundo. Y al verla sentada ahí, donde siempre está, sola y sin querer cambiarlo, te da ese nudo que siempre te da, de querer conocerla.
No piensa en mucho, sabes que se está quedando dormida. Y sueña con vos, te sueña moribunda o lastimada. Todos te sueñan así. Y vos, vos soñás que los ves morir.
Los malditos sueños -ella no baja la mirada- te cohiben cuando avanzás -línea a línea- y derrepente tus pasos se cansan, te detenés justo enfrente. Pero piensa, y pensás que está leyéndote, viendo cada palabra dentro de ti.
Se levanta despacio, como dejandote ir. Te mira y sonríe, se acerca. La respiración se vuelve pesada, tus pies no se mueven, la soledad se disuelve y en el instante que pensaste en sonreirle de regreso la ves: te ha pasado al lado y se fue tan despacio como se levantó, dejándote en tu olvido.
Y vos no te movés, te has quedado viendo la banca fría, vacía.