Gripe

y pelo corto.





Aunque temblaba despacio, no era el entrar y salir de la conciencia como si fuesen olas lo que le preocupaba. Ya la fiebre había perdido su importancia, pues existía en el aparato un anuncio de que él seguía allí. Y al fin intercambiaron palabras mas que únicamente señales, dejando el silencio como el elemento que les recordaba los porque de los recuerdos. La ironía.
Él no dijo mucho, como siempre.
Ella preguntó poco, la tristeza.
"Pero ellos esta vez no se dejarían perder, ya no existía nadie mas que los detuviera..." Se le repetía en la cabeza, como fuese un coro de alguna canción.
Después de todo tenerlo de regreso no era poco para ella. A ver si esta vez realmente él les daba la oportunidad, a ver si realmente cumplían lo que esperaban.

El deseo existía, pero desde luego que sólo eso se sostenía. Ni él, ni ella, ni nadie...
Quizás si tuvieran un pasado fuese mas fácil, quizás si antes no hubiesen sido solo palabras. quizás...

Demasiadas probabilidades, ya era tarde. Ella se levantó del asiento y se prometió llamarlo durante la semana, con la esperanza de recordarle aquella vez que fue por ella a comer y se vieron. Con la esperanza de recordarle que aún en el pasado, con tanto obstáculo realmente creyeron...
Culpa del otro quizás, de que estuvo antes y se fue después. (dice que antes).

Si tan solo alguna vez visitara este espacio y viera que comerciar situaciones no es "alguien a kien le vale verga los demas x su verga d autoestima :D"