viernes, 12 de diciembre de 2008

La extraño


Hoy mas que siempre...

Invitar a alguien nunca fue tan doloroso. Mientras mi padre aclaraba "no, para que... que duerma en la cama de tu abuela mejor" mi cerebro no procesaba el hecho que esa cama no estaba ya ocupada.
Tuvo que agregar "ella no la usa ya, no creo que le moleste" como si yo tuviese tres años...
Y esperé a que se fuera, para esconderme y llorar desconsoladamente.

Maldije el día que se la llevaron al hospital, maldije el día que caí al suelo luego de tramitar todo en el cementerio, la funeraria y la alcaldía.
Maldije cada minuto desde entonces...

No es justo, ni que haya pasado, ni que yo no me atreva a decir que no es justo.

Y no he podido parar, vaya forma de aceptar la pérdida.

Y te necesito, pero vos crees que estoy fuera del alcance... ya sea por la condena o por lo que fuere...


Y no se, necesito un abrazo, por que mi abuela ya no va a regresar, no importa cuanto insista en que nadie toque sus cosas, en que nadie se acerque a su cuarto, en que la comida, pastillas y otras cosas que dejó sigan allí. En que nadie mas que mi padre o yo podamos acercarnos a lo que fue suyo.
La sigo esperando, que vuelva del hospital, que me vuelva a regañar...
La sigo esperando...

¿Quien me acompaña al cementerio?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

em :( buenisimo ... almenos no dormimos alli
gracias a "alejandro"

●La Pájara● dijo...

la leo distinta..

Amanda dijo...

la gente cambia, se deprime y la reprimen... distinta mal o distinta bien? (en mi opinion voy en decadencia..) =)