
"Mi soledad es MÍA y por eso la deseo tanto..." Y que ha de pasar cuando se pide soledad y silencio para disfrutarlos, para hundirse en los hipnóticos colores sepia que se deslizan atravesando una ventana, entrando hacia la sofocante vida de alguien que los esperaba hace mucho; y lo único que se recibe a cambio es empalagoso cinismo, envuelto en una orquesta que desfila por las plazas, vomitando compañía...?
Mi soledad es mía, y por eso la deseo tanto, aunque después de todo, rara vez la alcance...
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