miércoles, 18 de febrero de 2009

Trigésimo-tercera Situacion Comerciable

Las inoportunidades vienen cuando frente a un espejo, hablando por teléfono, ves una pequeña espinilla en la parte de arriba de la frente. Y pensando en el placer de sacarte la grasa de la cara, ves tus uñas, incapaces, escuchás el silencio por el auricular y te das cuenta que en la cartera llevás de arriba para abajo; una carta que en algún momento vas a sacar, leer y quemar.
Las inoportunidades son esas espinitas que se te han ido clavando en la piel hasta el punto que la costumbre te deje, que un día sin mas ni mas, te las quitás dejando el agujero, sabiendo que de nada servía lamentarse por ello.
Son esas reacciones que te dan un miércoles a eso de las diez de la noche mientras tosés y te reclamás lo estúpida que has sido (lavarte el pelo de noche y estando enferma) mientras dejás que tu estomago haga ruidos por que nadie te sugiere tacos para la cena...


¡Ay, como extraño los tacos...!

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