domingo, 8 de febrero de 2009

Cuando lo extraño

Y es que ya se me ha hecho costumbre, sentarme en este escritorio y murmurar tus ideas hasta que sienta que te extraño.
Tú has logrado revolotear tu camino hasta acá, revoloteas con tus lineas salidas de sitio, con tus mágicas palabras, tus bellas observaciones.
Te pregunto ¿Es posible extrañar algo que nunca ha sido tuyo?
Y respondes que si, si lo creíste tuyo. No entiendes que hablo de tus labios, de tus frías manos, de tu delgado cuerpo. No entiendes.

Me despido de ti a diario, soñando tu mirada mientras tu sueñas con gorilas y gritos de multitudes que corren.
Cada risa que explota en ti me saca un suspiro...
Y voy suspirándome la vida entera, soñando tus abrazos cálidos.

No hay comentarios: