lunes, 25 de febrero de 2008

dulces dueños


Anoche, en el intento desesperado de recuperar una amistad perdida, se dio una abstracción relativamente memorable y entre tantos, una leve discusión sobre la vida... Si un día te atrevieras a mostrarme tu lado oculto quizás podrías ser mi amigo... solo te falta confiar en mi.

estaba pensando
me falta, nada considerablemente...
pero si sigo igual no me van a salir bien, ya mejor me espero...
y vos que tal? todo bien?
(si, todo perfecto)
como siguió todo por ahí?
(como va a seguir...?)

Extraer pedazos de conversaciones es obligarlas a estar fuera de contexto, y todos, absolutamente todos, fuera de contexto somos graciosos...

"Ese niño no se diera cuenta de que estaban inmersos en algo malo y no tenían salida...
En realidad el título se resume a todo eso, la vida no es bella por que sea bonita, las cosas son bellas por que las aprecias...
volviendo al pato, no fue bonito, irónicamente bello
y esas cosas no solo le pasan al italiano y al doctor, pasan a cada rato, le pasan a cualquiera... y el pato no era la respuesta, fue la única razón que hubieran dicho que no lo era. Si el doctor no le hubiera dicho que no era el pato, todo hubiera estado bien y quizás si hubiese sido el pato. Pero le hizo creer que no era el pato..."

La niña, sin embargo, resumió su noche y se deslizó despacio a donde sintiera que nada le molesta, claro estaba que ya era demasiado tarde, su refugio estaba perdido y necesitaba un lugar nuevo... Que mal carecer de instantes inmediatos o de la confianza para aparecer repentinamente. Triste sinceramente, no poder comprobar que aunque las cosas van y vienen, los sentimientos quedan, pues el odio existe y que se le va a hacer si ya no hay nadie de ese lado.
Almendras es ficticia y se aleja despacito...

No hay comentarios: