Es que viene, se cuentan los días.
Se siente llegar como una tormenta, de esas que te hacen ver el cielo gris un par de veces antes que el olor a lluvia colme tus sentidos
Se siente venir como un río de carros bajo un semáforo verde, como las doce en un reloj...
Ya contamos las semanas, dos y dos, después cuatro (o seis) y luego dos...
Ya contamos los días, catorce y catorce, luego treinta (o 45) y luego catorce...
Ya contamos los minutos...
Para que acabe la condena.
lunes, 19 de enero de 2009
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